Lataxonomía de Bloomes un conjunto de tres modelos jerárquicos que se utilizan para clasificar distintos objetivos de aprendizaje en función de su complejidad y su especificidad. Esta clasificación considera que los aprendizajes se llevan a cabo en tres niveles: cognitivo, afectivo y psicomotor.
La taxonomía de Bloom recibe su nombre por Benjamin Bloom, un pedagogo que presidió el comité de educadores que crearon este sistema de clasificación. Además, fue el editor del primer tomo del manual del sistema, llamado “Taxonomía de los Objetivos Educativos: La Clasificación de las metas educativas”.
Más adelante, en la segunda mitad del siglo XX, se publicaron varios manuales sobre los distintos tipos de objetivos educativos. En 1956 se publicó el relativo a las metas cognitivas, y en 1964, el que tenía que ver con las metas afectivas.
Niveles taxonómicos de Bloom
Los creadores de este sistema de clasificación consideraron que los objetivos de aprendizaje pueden ser de tres tipos: cognitivos, afectivos y psicomotores. A pesar de que la educación tradicional se ha preocupado tan solo de los objetivos cognitivos, los tres tipos son igual de importantes para el desarrollo correcto de los estudiantes.
Dentro de cada una de las dimensiones, se establecen una serie de niveles, que van del más sencillo hasta el más complejo. Los creadores de este sistema de clasificación consideran que es necesario pasar por cada uno de ellos para llegar a los más complicados.
1. Dimensión cognitiva
Desde la aparición de la taxonomía de Bloom, los dominios han cambiado ligeramente, especialmente tras la revisión del año 2001 de este sistema de clasificación. En la actualidad, los niveles de la dimensión cognitiva son los siguientes: recordar, entender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
Recordar
El primer nivel, el recuerdo, implica ser capaz de almacenar en la memoria distintos tipos de información: hechos, conceptos básicos, ideas… En este primer nivel, no es necesario entender qué significan estas ideas, sino tan solo recordarlas.
El nivel del recuerdo, por tanto, es el más sencillo de alcanzar, y a menudo es el único que se consigue en los entornos educativos tradicionales.
El segundo nivel, la comprensión, implica no solo recordar información sino también entender su significado. Esto se consigue mediante la organización, comparación e interpretación de las ideas memorizadas.
Verbos: discutir, esbozar, explicar, predecir.
Aplicar
El tercer nivel, la aplicación, consiste en utilizar el conocimiento memorizado y comprendido para conseguir resolver problemas. De esta forma, los aprendices deben ser capaces de extrapolar lo que han aprendido a situaciones nuevas con las que no se han encontrado antes.
A menudo, la aplicación de las ideas aprendidas refuerza a su vez la memorización y la comprensión.
Verbos: usar, ilustrar, completar, resolver.
Analizar
El cuarto nivel es el análisis. Este nivel de aprendizaje cognitivo implica examinar la información aprendida, encontrar relaciones entre sus componentes, y ser capaz de hacer inferencias, predicciones y deducciones.
En general, se pueden analizar tres componentes de la información: los elementos, su organización, y la relación entre ellos.
El quinto nivel de la nueva taxonomía de Bloom es la evaluación. Consiste en ser capaz de hacer juicios sobre las ideas y su validez, además de sobre el método seguido para llegar a ellas. La evaluación se puede hacer en función de la evidencia interna o de criterios externos, como los gustos personales.
Verbos: decidir, priorizar, valorar, justificar.
Crear
Por último, el sexto nivel en la dimensión cognitiva del aprendizaje es la creación de nuevos conocimientos. En general, se trata de reorganizar las ideas ya existentes de formas novedosas, de tal forma que se generan soluciones alternativas a un problema y se proponen nuevas teorías.
Antes de la revisión del 2001 del modelo de Bloom, esta última categoría no era la creación sino la síntesis de conocimientos.
Verbos: crear, imaginar, diseñar, planear.
2. Dimensión afectiva
La dimensión afectiva incluye todos aquellos conocimientos que sirven para entender los propios sentimientos y los de los demás. También tiene que ver con habilidades como la empatía, la gestión emocional y la comunicación de los propios sentimientos.
Según la clasificación de la taxonomía de Bloom, hay cinco niveles en el dominio afectivo, que van del más simple al más complejo: recepción, respuesta, valoración, organización y caracterización.
Recepción
En la recepción, el primer nivel y el más sencillo de todos, el estudiante tan solo tiene que prestar atención de forma pasiva.
Utilizando su memoria, es capaz de reconocer el componente emocional de una interacción. A pesar de que es el nivel más simple, sin él no pueden darse los demás.
Respuesta
En la respuesta, el segundo nivel, el estudiante actúa después de haber reconocido el componente emocional de la situación. Si se da correctamente, este nivel de aprendizaje afectivo puede mejorar la predisposición del alumno a aprender o su motivación.
Evaluación
El tercer nivel, la evaluación, consiste en que el aprendiz le otorga un valor concreto a un objeto, una información o un fenómeno. Este valor puede ir desde la simple aceptación del hecho, hasta un compromiso más fuerte. La evaluación se basa en la internalización de una serie de valores específicos.
Organización
El cuarto nivel es la organización. Cuando lo alcanza, el aprendiz puede organizar diferentes valores, informaciones e ideas, y puede acomodarlas dentro de sus propios esquemas de pensamiento. El estudiante compara sus propios valores y es capaz de establecer una jerarquía entre ellos.
Caracterización
En el último nivel, la caracterización, el estudiante es capaz de crear su propio sistema de valores que guía su comportamiento a partir de ese momento. Cuando alcanza este nivel, el aprendiz muestra un comportamiento consistente, predecible y totalmente individual, en función de los valores que ha adquirido.
3. Dimensión psicomotora
La dimensión psicomotora tiene que ver con la capacidad de manipular físicamente una herramienta o un instrumento. Por ello, los objetivos psicomotores tienen que ver habitualmente con el aprendizaje de nuevos comportamientos o habilidades.
A pesar de que en la clasificación original de Bloom nunca se crearon subcategorías para el dominio psicomotor, otros educadores han tomado el relevo y desarrollado su propia clasificación.
La más utilizada es la de Simpson, que divide los aprendizajes psicomotores en los siguientes niveles: percepción, disposición, respuesta guiada, mecanismo, respuesta compleja, adaptación y creación.
Percepción
El primer nivel, la percepción, implica la habilidad para utilizar la información del entorno para guiar la propia actividad física. En función de los estímulos detectados por el estudiante, éste podrá elegir el mejor curso de acción para cada momento.
Disposición
El segundo nivel, la disposición, tiene que ver con la respuesta predeterminada que el aprendiz tendrá ante cada tipo de estímulo. Cuando una situación se da las suficientes veces, el estudiante tendrá una disposición a ofrecer una respuesta mental, física y emocional determinada.
Respuesta guiada
La respuesta guiada, el tercer nivel, implica la práctica de habilidades complejas mediante la imitación y la prueba y error. Este nivel es fundamental para adquirir maestría en una nueva habilidad.
Mecanismo
El mecanismo, el cuarto nivel, es el punto intermedio en el proceso de adquirir una habilidad compleja. Las respuestas aprendidas se han vuelto ya habituales, y los movimientos pueden realizarse con cierto grado de confianza y éxito.
Respuesta compleja
El siguiente nivel, la respuesta compleja, es el punto en el que se ha dominado una nueva habilidad. Los movimientos y acciones pueden realizarse rápidamente, sin requerir atención consciente y de forma exitosa.
Adaptación
La adaptación, el penúltimo nivel, consiste en la capacidad del aprendiz de modificar las respuestas aprendidas para adaptarlas a sus propias necesidades individuales.
Creación
Por último, la creación consiste en el desarrollo de nuevos movimientos acciones y movimientos para adaptarse a nuevas situaciones para las que las habilidades aprendidas no son suficientes.
Objetivos de la taxonomía de Bloom
La taxonomía de Bloom puede utilizarse tanto para crear objetivos generales (a nivel de objetivos del curso) como específicos (los que se trabajarán en cada lección). La forma de hacerlo es la siguiente:
Primero se establecen los objetivos del curso. Al ser más amplios, tan solo se eligen entre 3 y 5 de ellos. Son complejos de medir, porque están relacionados con todos los contenidos que se van a estudiar a lo largo del curso.
Después se eligen los objetivos de las sesiones. Éstos tienen que estar relacionados con los objetivos generales del curso, de tal forma que si se cumplen todos los objetivos de sesión se consiga el objetivo general. Además, los objetivos de las sesiones son los que se evaluarán a lo largo del curso.
Para crear los objetivos de las sesiones, los educadores tienen que pasar de la parte más baja de la taxonomía de Bloom hasta la más alta. Usando las listas de verbos incluidas en la taxonomía, éstos pueden elegir el tipo de objetivos que más ayudarán a los estudiantes a progresar en su aprendizaje.
Referencias
“Bloom’s Taxonomy” en: Center for teaching. Recuperado de cft.vanderbilt.edu.
“Bloom’s Taxonomy of learning domains” en: NwLink. Recuperado de nwlink.com.
Bloom desarrolló una jerarquía de los objetivos educativos que se querían alcanzar con el alumnado, dividiéndolo en tres ámbitos: Ámbito cognitivo, ámbito afectivo y ámbito psicomotor.
La taxonomía permite jerarquizar los procesos cognitivos en diferentes niveles y sirve para facilitar las labores de evaluación. Puesto que a cada nivel se le puede asociar unos verbos, éstos pueden ser usados para concretar objetivos de aprendizaje.
La taxonomía de Bloom continúa siendo uno de los referentes más utilizados para redactar objetivos educacionales, fue diseñada por Benjamin Bloom en 1956. Consta de una clasificación de objetivos de acuerdo a diferentes niveles cognitivos del ser humano, los cuáles parten de los más básicos, a los más complejos.
¿Qué son Objetivos de Aprendizaje? Los Objetivos de Aprendizaje comunican lo que el curso, asignatura o unidad educacional espera que el estudiante aprenda. En otras palabras, lo que el estudiante debe ser capaz de demostrar al final de un periodo de aprendizaje.
Para ello se debe indicar que se debe llevar coherencia es decir iniciar en los objetivos específicos con verbos de conocimientos básicos y de ahí subir hasta más complejos, es decir no podemos usar el verbo explicar que es de la categoría de análisis, sin antes no usar verbos de las categorías de conocer, comprender y ...
La estructura propia de una taxonomía es la jerarquía. Esta jerarquía está formada por categorías y subcategorías, con las categorías del mismo nivel en una relación de “hermanos” y las categorías y subcategorías en un relación “padre-hijo”.
La taxonomía generalmente se refiere a la teoría y práctica de describir, denominar y clasificar cosas vivientes. Dicho trabajo es esencial para el entendimiento fundamental de la biodiversidad y su conservación.
Este dominio de la taxonomía de Bloom comprende cinco subáreas a tener en cuenta: percepción, predisposición, respuesta guiada, respuesta mecánica y respuesta completa evidente.
Cuando se redactan competencias se comienza generalmente indicando la acción (verbo) seguido por el contenido (al que se le aplica la acción) y complemento (especificaciones y restricciones bajo las cuales se aplica la acción). Se puede hacer referencia además al cómo se realizará la acción y/o el para qué (finalidad).
La taxonomía de Bloom ordena las habilidades de pensamiento en dos bloques. Los niveles más simples (recordar, comprender y aplicar) corresponden al orden de pensamiento inferior y los niveles complejos (analizar, evaluar y crear) pertenecen al pensamiento de orden superior.
Los objetivos se redactan comenzando por un verbo en infinitivo y deben ser evaluables permitiendo comprobar si se alcanza el resultado. Los objetivos deben definirse: De forma clara: Objetivos concretos que no confundan o de vía libre a interpretaciones. Medibles: formulados de forma que tenga un resultado alcanzable.
Según Hurtado de Barrera (2004), un objetivo debe contener los siguientes aspectos: un verbo, un evento de estudio, una unidad de estudio y un contexto. El verbo indica la acción o logro que se espera alcanzar al final del estudio. Este verbo nos indica el grado de complejidad de lo que se pretende lograr.
Objetivo general: Es aquel que expresa de forma clara, concisa y realista el resultado que se desea alcanzar al final del proyecto. Un ejemplo de este objetivo es la creación de más oportunidades de contacto para el equipo de ventas.
Para redactar un objetivo general o específico es necesario iniciar con un verbo en infinitivo. El mismo debe explicar de manera concreta la acción que ejercerá el logro a cumplir. Algunos ejemplos de verbos infinitivos son: Diagnosticar, Aumentar, Rentabilizar, Evaluar, Realizar, Determinar) entre otros.
Los objetivos se definen en enunciados positivos y finales, y no como un interrogante o una posibilidad. Para ello, incluyen verbos (infinitivos), mediciones cuantitativas o cualitativas esperadas, tiempos con fechas y horarios, y una terminología simple y adecuada al campo de acción: Objetivo eficaz.
Objetividad se refiere a expresar la realidad tal cual es. También indica cualidad de objetivo. La objetividad está desligada de los sentimientos y de la afinidad que una persona pueda tener con respecto a otro individuo, objeto o situación.
Los objetivos se inician con un VERBO en infinitivo e Involucran logros. Toda investigación debe tener un solo objetivo general Por cada objetivo debe existir un solo logro.
¿Qué son los 5 dominios? evaluación sistemática, estructurada y completa del bienestar de los animales. Se clasifican en dominios físico funcionales dentro de los cuales se encuentran los primeros 4 y por otro lado, un quinto dominio que es el estado mental.
El Objetivo general, es aquel que expresa el resultado final que se pretende obtener. Los objetivos específicos, por su parte expresan el resultado que se desea lograr por lecciones, temas o apartado, es decir los pasos que conducen al objetivo final.
Son siete las categorías taxonómicas principales definidas en el Sistema de Información de la Naturaleza: Reino, Filo, Clase, Orden, Familia, Género, Especie.
La Taxonomía es la ciencia que trata de los prin- cipios de clasificación y está muy relacionada con la Sistemática. Se refiere a la clasificación o agrupa- miento sistemático de los organismos en grupos o categorías.
La taxonomía es la ciencia que estudia los principios, métodos y fines de la clasificación. Este término se utiliza especialmente en biología para referirse a una clasificación ordenada y jerarquizada de los seres vivos y en educación para ordenar y diseñar los objetivos del aprendizaje.
Simplemente, combina el tema (el alumno), el verbo (lo que los estudiantes deben saber hacer) y el objeto (el conocimiento que necesitan adquirir). Por ejemplo, «Al final de este curso, los estudiantes reconocerán los seis niveles de habilidad cognitiva en la Taxonomía de Bloom».
La taxonomía es la ciencia que estudia la clasificación y todo lo relacionado con ella. Especialmente dentro la biología, cuya rama es la encargada de ordenar y clasificar a todos los seres vivos, tanto animales como vegetales.
El sistema de los tres dominios es una clasificación biológica propuesta por Carl Woese y colaboradores en 1977, que clasifica el árbol de la vida en tres grupos, en la categoría más alta: Bacteria (en sentido restringido, excluyendo a las arqueas, a diferencia de la hasta en ese momento concepción del grupo), Arquea y ...
La taxonomía proporciona al hombre un marco organizativo que permite reconocer, interpretar y valorar la diversidad de los seres vivos y, por ello, constituye la piedra angular de la conservación.
Se refiere a la capacidad de recordar hechos específicos y universales, métodos y procesos, esquemas, estructuras o marcos de referencia sin elaboración de ninguna especie, puesto que cualquier cambio ya implica un proceso de nivel superior.
Se recomienda no utilizar los siguientes verbos: conocer y comprender, ya que pueden considerarse ambiguos y su interpretación puede confundir al lector.
INDICADORES DE LOGROS CURRICULARES: Son síntomas, indicios, señales, rasgos o conjuntos de rasgos, datos e información perceptible, que al ser confrontados con el logro esperado, nos dan evidencias significativas de los avances en pos de alcanzar el logro.
Competencias básicas. Hay quienes las conocen como las competencias para la vida, esto es debido a que le sirven a la persona para que se inserte en forma adecuada a un contexto social específico. ...
Para los docentes, la taxonomía de Bloom sirve como un marco de referencia muy útil para darle seguimiento al aprendizaje de los alumnos y, por tanto, también sirve como base para la planeación de clases y los criterios de evaluación.
El dominio cognoscitivo (o cognitivo), como el asiento de la conducta racional y del desarrollo intelectual; El dominio afectivo, o el reino de lo axiológico y lo actitudinal, y. El dominio psicomotor, o la dimensión del desarrollo físico o corporal (coordinación neuro-muscular)
Simplemente, combina el tema (el alumno), el verbo (lo que los estudiantes deben saber hacer) y el objeto (el conocimiento que necesitan adquirir). Por ejemplo, «Al final de este curso, los estudiantes reconocerán los seis niveles de habilidad cognitiva en la Taxonomía de Bloom».
Son siete las categorías taxonómicas principales definidas en el Sistema de Información de la Naturaleza: Reino, Filo, Clase, Orden, Familia, Género, Especie.
Bloom en 1968. El aprendizaje para el dominio mantiene que los estudiantes deben alcanzar un nivel de perfeccionamiento (a saber, el 90% en una prueba de conocimientos) en conocimientos previos antes de continuar aprendiendo la información subsiguiente.
(Dimensión cognitiva de la taxonomía de Bloom): Conocimiento: ser capaces de recordar información aprendida. Comprensión: "hacer nuestro" aquello que hemos aprendido y ser capaces de presentar la información de otra manera. Aplicación: aplicar las destrezas adquiridas a nuevas situaciones que se nos presenten.
Las funciones cognitivas mas importantes son la atención, la orientación, la memoria, las gnosias, las funciones ejecutivas, las praxias, el lenguaje, la cognición social y las habilidades visoespaciales.
Los objetivos afectivos apuntan típicamente a la conciencia y crecimiento en actitud, emoción y sentimientos. Hay cinco niveles en el dominio afectivo. Yendo de los procesos de orden inferiores a los superiores, son: Recepción - El nivel más bajo; el estudiante presta atención en forma pasiva.
McLeod ( 1989b) se refiere al dominio afectivo como "un extenso rango de sen- timientos y humores (estadios de ánimo), que son genera1mente considerados como algo diferente de la pura cognición, e in- cluye como componentes específicos de este dominio las actitudes, creencias y emociones" (p. 245).
Address: Apt. 536 6162 Reichel Greens, Port Zackaryside, CT 22682-9804
Phone: +9958384818317
Job: IT Representative
Hobby: Scrapbooking, Hiking, Hunting, Kite flying, Blacksmithing, Video gaming, Foraging
Introduction: My name is Jamar Nader, I am a fine, shiny, colorful, bright, nice, perfect, curious person who loves writing and wants to share my knowledge and understanding with you.
We notice you're using an ad blocker
Without advertising income, we can't keep making this site awesome for you.